Con el rápido crecimiento que ha tenido la tecnología WiFi en las redes a nivel empresarial, y debido al tamaño de la inversión que representa una infraestructura profesional, es de suma importancia planear la implementación con base en un diseño. Diseñar adecuadamente una red inalámbrica puede reducir o evitar costos debidos a ajustes posteriores a la implementación, así como disminución a la productividad del equipo de trabajo o la satisfacción de sus clientes en dado caso de que la red sea destinada para ellos.

El proceso de diseño consiste en tres principales etapas, como son:

• Diseño predictivo: es una simulación del entorno realizada por computadora, donde se tienen en cuenta los requerimientos del cliente (zonas de cobertura, throughput, número de clientes, zona de roaming, redundancia) y las condiciones particulares del sitio (materiales, alturas, zonas de atenuación, zonas de exclusión, interferencia)

• Site Survey ap-on-a-stick: es un estudio en sitio previo a la implementación, en el cual se busca validar y ajustar el diseño predictivo. Se colocan AP reales en las ubicaciones propuestas por el predictivo y se realizan mediciones para corroborar la cobertura para cada punto de acceso, y de ser necesario, ajustar las ubicaciones o potencia de transmisión según sea el caso.

• Site Survey de validación: es un estudio posterior a la implementación, el cual sirve para validar el funcionamiento de la red inalámbrica de acuerdo a los requerimientos del cliente. Adicionalmente a los parámetros medidos en el estudio pre-implementación, se obtiene información complementaria que es útil a la hora de detectar potenciales problemas que puedan disminuir el rendimiento de la red (RTT, interferencia, datarate, throughput, utilización del medio, análisis de espectro)